sábado, 19 de noviembre de 2011

Ya no  se si siento demasiado o no siento nada...
Quizás huracán de sentimientos que me ataca simplemente hace que me acostumbre a ellos y deje de sentirlos, no lo sé . 
Son las tres de la mañana y yo estoy deseando escapar de todo, viajar a París, sí a París o en su defecto a las Bahamas, me quiero ir porque no quiero pensar mas en todo lo que queda acá, mi familia mis amigas, eso no es problema, son lo mejor que tengo, pero la adolescencia se me hace difícil o la hago difícil, ya no se si las trabas están o me las pongo yo misma.
No se que quiero hacer de mi vida, lo que tengo definido es tan lejano, y lo cercano ni siquiera se asoma, no se como va a terminar todo, ni siquiera se que es lo que se terminara.
Vivo en un termo, si un termo, no literalmente, es una expresión, no me preocupa mas que solo lo que me afecta, empezando por no mirar el noticiero, así vivo en mi propia realidad, aunque no es un cuento, no, estoy intentando sobrevivir en ella, estoy intentando vivir en ella.
Parece que nada funciona, el motor se paro y yo estoy acá intentando esconder que ya el ruido no se escucha  y cada vez la sonrisa es mas falsa y cada vez el dolor mas grande, y las lagrimas se pelean por salir a la superficie y mostrarse a todos pero siempre hay manera de evitarlo, no son lo suficientemente fuertes.
Creo que me decidí: los sentimientos son muchos, pero las palabras para expresarlos pocas.
Y la mente y el recuerdo abarcan gran parte del problema.

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