La vela se extingue, el juego se termina, la música se apaga y la gente se duerme, pero nosotros seguimos en pie sin rendirnos a ser felices y terminar esta fabulosa noche aunque el juego hallamos perdido y la vela nos haya quemado no nos rendiremos porque ese es nuestro destino y no lo dejaremos, es el momento y no lo arruinaremos tan solo seremos lo que debamos.Porque la música nunca se apagara para nosotros.
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